El sector de la alimentación es uno de los más exigentes en cuanto a las certificaciones que deben cumplir los materiales. Sin embargo la impresión 3D también tiene cabida y piezas como estas son la prueba. Las piezas de las fotos van en una máquina succionadora de alimentos. Estas piezas presentan dos retos: las certificaciones de contacto con alimentos y los pequeños agujeros.
Para esta aplicación tan concreta se ha elegido la tecnología de impresión 3D SLS en poliamida 12. Esta tecnología tiene la precisión suficiente para sacar correctamente los agujeros y además tiene la certificación de contacto con alimentos una vez se limpian bien las piezas.